8 de febrero de 2011

29 Diciembre de 2006, 18:44



Todo lo prohibido, yace oculto detrás de una pared muy alta, no podemos ver del otro lado. Pero una vez que la barrera se cruza, uno se encuentra sumerjido en su encanto casi instantaneamente, no puede entender como pudo haberse mantenido alejado de ello tanto tiempo.
Y es que estas prohibiciones se encuentran mas cerca de lo que pensamos… nos acarician el rostro, nos suzurran al oído muchas veces en la vida, y si resulta que en ese momento volteamos el rostro, y las tocamos con la mirada, si en ese preciso momento no hay nadie que nos tienda una mano para salvarnos, cruzamos la verja y nos sumerjimos en nuestros vicios ; nos convertimos en nuestros miedos, en aquellos estereotipos que veiamos de lejos.
Y mucho mas pronto de lo que pensamos, puede ser demasiado tarde.
¿Cuántas veces habrás salvado a alguien sin saberlo, solo por tu prescencia, por una tarde, o apenas una mirada?
¿Cuántas veces te salvaron a vos sin saber?

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