22 de febrero de 2011

17 Julio de 2008


Quiero un hachazo,
sí,
una puñalada,
cómo lo sabrías
me gusta morir
todas las veces
necesarias
retame a un partido
de esgrima verbal.

Estás ahí tirado
puedo verte desde acá
arriba
no vuelvo a hacerte
mirar el suelo
fue solo un momento
de ternura sin dueño

A vos
te pinto de gris
te golpeo
y salpico
soñáme
te parto el cráneo
y el alma
yo te protejo:
te meto en mi falda
y te llevo lejos.


Dame otro lapsus
y me voy a dormir
con la panza satisfecha
de opulencia
siempre y cuando
no amenaces
destriparme
con tu cuchillo de caramelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario