23 de febrero de 2011

28 Marzo de 2009


¿Era aquel el peligro que había intuído yo todo el rato?
¿Era aquello lo que había desatado mi miedo? En el mismo instante de darme cuenta de ello, el miedo empezó a ceder. Parecía que todas las grandes lecciones de mi vida las había apredido a través de la renuncia al miedo. Una vez más, se rompía la cáscara que me envolvía para que otra cosa surgiera a la vida.

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