23 de febrero de 2011

27 Mayo 2009


El letargo, lo tibio, se ven tan plácidos desde esta roca.
El caos de aquí afuera me pone a dar brincos entre la gloria y la furia.
Mi alimento, la misma receta, la agridulce adrenalina; el marfil y la menta.
Es una trampa, no olvidar.

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