17 de septiembre de 2011




"...Soy un poema, o un esquema, o de una raza cuyo mundo fue engullido por el mar.
Sabíamos que pronto se acabaría todo, así que lo pusimos todo en un poema, para contarle al resto del Universo quiénes éramos y por qué estábamos aquí, y explicarle cuáles habían sido nuestros pensamientos, sueños y anhelos. Plasmamos nuestros sueños en palabras y las ordenamos según un determinado esquema para que se mantuvieran siempre vivas, para que nunca fueran olvidadas. Después, las enviamos al corazón de una estrella, que transmite el mensaje a todo nuestro espectro electromagnético, a la espera de que, un día, algún planeta a mil sistemas solares de distancia, capte y decodifique el mensaje y pueda así leer nuestro poema.
-¿Y qué pasó después?
La chica me miró con sus verdes ojos, parecía como si me mirara desde atrás de su propia máscara de Antígona, como si sus ojos de color verde pálido fueran un elemento independiente de la máscara, situado en algún lugar más profundo.
-No puedes leer un poema sin que te cambie de alguna manera -me dijo-. Ellos lo escucharon y el poema les colonizó. Anidó en su interior, y sus ritmos se integraron en su manera de pensar; las imágenes transformaron sus metáforas; los versos, con la actitud y las aspiraciones que llevaban implícitas, se convirtieron en su vida..."

Neil Gaiman

No hay comentarios:

Publicar un comentario