14 de mayo de 2011

Con los sentidos afilados, se movía como una pantera. Siempre parecía dueña de un gran secreto, la protagonista de todos los engaños. Era como un animal contenido, siempre en busca de algo por encima de tu hombro, y si te miraba parecía meterse en tu cabeza y robar el secreto que más te avergonzaba.
Tal vez yo la idealizaba demasiado. La miraba y me parecía un monstruo antiguo, mitológico, lleno de trajedia. Parecía antigua como Diana o Minerva, y me intrigaba su pasado. Me preguntaba qué clase de hombre podría haber amado, y quien podría haber herido a alguien como ella. Sólo un Júpiter...no! un Saturno, devorador de hijos lo podría haber echo.
Una vez se lo pregunté, tras un largo día trabajando juntos, refujiado en las sombras del estudio y en la lijereza que trae la falta de sueño. Ella sólo me sonrió con su sonrisita irónica. Nunca voy a olvidar como las luces jugaban en su cara.


"A0"
Mari.

No hay comentarios:

Publicar un comentario