24 de septiembre de 2012


"Estos hombres comprendían la belleza y la maravilla de ver el mundo con otra profundidad. La pasión detrás de cada cosa que hacemos, esa mezcla de curiosidad y deseo nos hacen dar siempre otro paso. Cada uno de ellos en sus vidas habían descubierto el fin del camino, el momento en que el mundo de pronto te queda pequeño y ya no hay nada más que ver, nada más que sentir, nada parece tener valor. De pronto sientes con total seguridad que no hay obra de humano que pueda cautivarte, no hay paisaje ni secreto que descubrir, sólo la ilusión en nuestras mentes, y cada humano en la tierra es más obtuso que el anterior que hemos conocido. Sus historias los habían llevado a ese pasaje final. Y ellos, que eran hombres de pasión y de sueños, no imaginaban peor pérdida. No sé aún cómo cada uno de ellos sobrevino el amargo trago y como llegaron a formar tal sociedad después, y es que parte de su encanto es el misterio, y las verdades a medias. Ellos hacían de sus vidas y sus personas una exótica pintura, en contraste a una detallada fotografía de la realidad. Viven en una obra majestuosa y contagian este lugar de maravilla y deleite. Los he conocido y el mundo ha vuelto a cobrar las dimensiones infinitas de cuando se es niño, este lugar se ha vuelto vasto y desconocido. Vuelve a haber tanto para ver, tanto por qué vivir que la eternidad no podría alcanzarme. El sentimiento desbordante de vivir, vivir hasta que se gaste la fibra de la realidad, y de no poder contener esa energía que me inunda. Saber que aún hay gente como ellos me ha devuelto aquella magia perdida. Y es que sé que ellos lo han logrado a razón de voluntad, y no es una gracia y una habilidad innata y sobrenatural. No importa, ellos están aquí. Y tal vez haya muchos más. Ellos son los embajadores del reino de los sueños, del arte y el deseo. Yo los he visto a los ojos, y en ellos arde el mismo fuego y los mismos miedos, eso, más que nada, me llena de esperanza.
Deseaba cantar pero no tenía una gran voz para hacerlo, deseaba volar y verlo todo, mi vista es corta y no poseo alas. El mundo es basto y salvaje y lleno de peligros, y deseo ser invencible para recorrerlo sin miedo. Deseo contarles las mil historias dentro de mi corazón, pero se me escapan en el idioma de las palabras y pronto pierden una razón de ser. Ellos viven dentro de mí, hechos de colores que no existen y canciones nunca pronunciadas. Mis libros descansan en la biblioteca de Morfeo junto con mis canciones, mis viajes, mi fuerza y mi voz." 

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