"Estos hombres comprendían la belleza y la maravilla de ver
el mundo con otra profundidad. La pasión detrás de cada cosa que hacemos, esa mezcla
de curiosidad y deseo nos hacen dar siempre otro paso. Cada uno de ellos en sus
vidas habían descubierto el fin del camino, el momento en que el mundo de
pronto te queda pequeño y ya no hay nada más que ver, nada más que sentir, nada
parece tener valor. De pronto sientes con total seguridad que no hay obra de
humano que pueda cautivarte, no hay paisaje ni secreto que descubrir, sólo la
ilusión en nuestras mentes, y cada humano en la tierra es más obtuso que el
anterior que hemos conocido. Sus historias los habían llevado a ese pasaje
final. Y ellos, que eran hombres de pasión y de sueños, no imaginaban peor
pérdida. No sé aún cómo cada uno de ellos sobrevino el amargo trago y como
llegaron a formar tal sociedad después, y es que parte de su encanto es el
misterio, y las verdades a medias. Ellos hacían de sus vidas y sus personas una
exótica pintura, en contraste a una detallada fotografía de la realidad. Viven
en una obra majestuosa y contagian este lugar de maravilla y deleite. Los he
conocido y el mundo ha vuelto a cobrar las dimensiones infinitas de cuando se
es niño, este lugar se ha vuelto vasto y desconocido. Vuelve a haber tanto para
ver, tanto por qué vivir que la eternidad no podría alcanzarme. El sentimiento
desbordante de vivir, vivir hasta que se gaste la fibra de la realidad, y de no
poder contener esa energía que me inunda. Saber que aún hay gente como ellos me
ha devuelto aquella magia perdida. Y es que sé que ellos lo han logrado a razón
de voluntad, y no es una gracia y una habilidad innata y sobrenatural. No
importa, ellos están aquí. Y tal vez haya muchos más. Ellos son los embajadores
del reino de los sueños, del arte y el deseo. Yo los he visto a los ojos, y en
ellos arde el mismo fuego y los mismos miedos, eso, más que nada, me llena de
esperanza.
Deseaba cantar pero no tenía una gran voz para hacerlo,
deseaba volar y verlo todo, mi vista es corta y no poseo alas. El mundo es
basto y salvaje y lleno de peligros, y deseo ser invencible para recorrerlo sin
miedo. Deseo contarles las mil historias dentro de mi corazón, pero se me
escapan en el idioma de las palabras y pronto pierden una razón de ser. Ellos
viven dentro de mí, hechos de colores que no existen y canciones nunca
pronunciadas. Mis libros descansan en la biblioteca de Morfeo junto con mis
canciones, mis viajes, mi fuerza y mi voz."